El pueblo chino de Changbai ofrece una privilegiada vista sin filtros de la ciudad norcoreana de Hyesan. En los meses más cálidos,es fácil ver a muchos de sus ciudadanos haciendo la colada,aseándose o disfrutando de un baño,a veces completamente desnudos. La mayoría lo hace entre las líneas de frontera de ambos países,en tierra de nadie. Puede que la propia ciudad muestre claros signos de desgaste económico,pero a orillas del río se respira mucha naturalidad y un ambiente que contrasta con la versión más catastrofista de los medios occidentales