El gobierno argentino supo con seis días de anticipación que se preparaba el golpe en Bolivia. Luis Fernando Camacho convocó a una reunión a los representantes diplomáticos de los consulados de Santa Cruz de la Sierra. La reunión que originalmente iba a hacerse el viernes 1° de noviembre pasó al lunes 4. Ese día se reunió con los representantes locales de la Argentina y de España. Pidió asilo al consulado argentino ante un eventual fracaso de lo que llamaba insubordinación civil. Asilo que el consulado no podía brindar.