La compañía francesa Glowee planea utilizar unas bacterias llamadas Aliivibrio fischeri que se encuentran en los calamares hawaianos para iluminar las calles y los espacios públicos de París. En este caso parece mucho más sencillo pero no menos ingenioso. Pequeñas cajitas transparentes contendrían un gel con la bacteria bioluminiscente y los azúcares y el oxígeno necesarios para su supervivencia. Por supuesto estas bacterias no son perjudiciales ni tóxicas para humanos, animales ni plantas.