Ali Mohammed al-Nimr tenía sólo 17 años cuando lo detuvieron en 2012 acusado de haber participado en protestas contra el gobierno y de poseer armas de fuego. Fue condenado a muerte por crucifixión en el año 2014. Ahora, Arabia Saudita ha desestimado su recurso de apelación y no le quedan más opciones legales para luchar contra esta sentencia.