El día que iban a intentar violarme, no se a qué hora me desperté ni qué había soñado…Acurrucada entre los “eso no me va a pasar a mí”, arropada con los “mientras tenga cuidado, no pasará nada”, cómoda con todos los “vivo en una zona que no es peligrosa”, que yo misma me repito. Somos capaces de encontrar siempre un parche que tape el agujero que dejan las tres violaciones diarias en España, una cada ocho horas (según los datos facilitados por el Ministerio del Interior).