España es el tercer país de Europa con más recursos mineros. Bajo el suelo que pisamos hay todo tipo de minerales críticos y estratégicos, imprescindibles para la industria como el wolframio, cobalto, tierras raras, antimonio, fluorita o grafito. Desgraciadamente, no los extraemos. Según la Confederación Nacional de Empresarios de la Minería y de la Metalurgia (Confedem), ahora mismo hay unos treinta proyectos mineros paralizados en nuestro país debido a las presiones ecologistas, al temor de las administraciones.