Hace poco hablaba con una persona de las que suelo tener un contacto bastante cercano y diario, y le desvelé: - Yo soy genderfluid. Tras el primer impacto, y unos segundos para pensárselo, me preguntó incrédula: - ¿En serio? - Por supuesto. Yo... Es que he descubierto que en realidad soy eso, genderfluid. Demostrando que ella también parecía conocerme bastante bien, me replicó: - Y yo soy robot. Me quedé a cuadros. En serio. Dije entonces, aceleradamente: - No, espera... Tú no puedes ser robot. - Claro que sí - insistió -. Si tú puede