Ahora, por ejemplo, el PSOE y el PP al pasar por la báscula son partidos idénticos. Más allá de los liftings, los estilismos y las dietas son, al subir al ring, armatostes roperos henchidos de miseria. Son cíclopes con lorzas, mamuts de cartón piedra que en vez de aliviar, abruman. Que exigen lo que no ofrecen. Que, a fuerza de ser pesados, son hermanos gemelos. No es raro, pues, que ahora, al explorar sus límites y tasar sus carencias, lo hagan, si no en collera, cogidos del bracete. Ambos han encontrado un enemigo...