Que yo no sea un impedimento. Mi nombre como presidente de RTVE podía tener sentido si suscitaba un acuerdo amplio para contribuir, de forma transitoria y hasta que se produzca el concurso público, a una RTVE con independencia, pluralidad y credibilidad; una RTVE que, como ya pasó no hace tanto gracias a admirados compañeros y referentes de todos, volviera a estar al servicio de la ciudadanía y fuera del alcance de partidos y gobiernos.