En busca de un milagro, varias promotoras chinas anunciaron que permitirían a los compradores, especialmente agricultores, hacer el pago inicial de su nueva casa con productos agrícolas, desde ajos hasta sandías o melocotones. Una de esas inmobiliarias de la ciudad de Wuxi, por ejemplo, estableció el límite de pago con alimentos en algo más de 28.000 dólares. Otra, en Nanjing, dijo que aceptaría hasta 5.000 kg de sandía de los agricultores, valorando el varias veces por encima de su precio de mercado.