Los nidos están compuestos de las cosas que los pájaros encuentran en su entorno. [...] Los de los que viven en ciudades [...] con frecuencia se componen de bolsas, papel, papel de aluminio, cables y colillas. Se ha venido asumiendo que este es simplemente el resultado de que los pájaros cojan lo que el mundo urbano les da, pero un estudio de Monserrat Suárez-Rodríguez y Constantino Macías Garcia, de la UNAM, publicado en Avian Biology, ha demostrado que las colillas no han terminado entretejidas en los nidos por accidente, sino por un motivo.