El anuncio de la Comisión Ejecutiva del PSOE canario sobre su rechazo al nuevo texto del Pacto de Asilo y Migración de la Unión Europea no solo supone una llamativa toma de postura frente a Bruselas, sino que, en la práctica, pone al principal partido político de las Islas a la cabeza del clamor existente en el Archipiélago contra el llamado Plan Canarias que ejecuta el Ministerio de Migraciones español, que ha diseñado una red de viejos acuartelamientos militares como centros de acogida para unas 7.000 personas.