¡Oh Divino y Justo Juez!, hacedor de cielo y tierra, protector universal donde todo el bien se encierra. Rey de Reyes sin igual, Juez de suprema virtud que a las almas dais salud, con vuestro infinito poder paternal ¡Oh Señor redentor mío!, Salvador del Universo, por vuestro infinito amor, defiéndeme del adverso. Vos me guiaréis, sois mi luz, mi protector y mi gloria, por vuestro infinito amor, defiéndeme en toda hora. ¡Oh Señor omnipotente!, clementísimo Jesús