El gobierno de Mariano Rajoy, con la complicidad del resto de las facciones de la monarquía que guardan sepulcral silencio, ha dado un golpe de Estado. supone una flagrante violación de las leyes fundamentales de 1978 para así detener los delitos de sedición, que en España se llevan cometiendo desde hace mas de una década sin ser perseguidos, y finalmente también el de rebelión (que implica el uso de fuerza armada), se ha enmascarado a través del artículo 155 que parece ser, absolutamente ningún magistrado, juez,