“No me olvido. Yo me acuerdo de ETA todas las mañanas, al atarme los zapatos, porque me faltan tres dedos de una mano, dos de la otra, me dejaron casi ciego y sordo. Pero estoy muy enfadado y muy cansado de que se utilice a las víctimas con fines partidistas. Y la culpa no la tiene solo la izquierda abertzale, sino la derecha que saca a ETA como un comodín. Deberían ocuparse más de las víctimas, que algunas lo necesitan mucho, y menos de utilizar a ETA con intereses indecentes. Hoy hay peor ambiente político en el hemiciclo que en Euskadi".