Mauricio y K-44 son dos tomates que, a simple vista, parecen iguales, pero en ellos radica una gran diferencia: el primero es natural y el segundo transgénico. El K-44 guarda un aspecto de “tomate perfecto”, podría ganar un concurso de belleza vegetal. Sin embargo, su sabor es nulo y creció mediante la acción de agentes sumamente tóxicos. Mauricio, como cualquier otro tomate de huerta, creció gracias al uso de estiércol y agua, en el campo y al aire libre, con lo que físicamente puede no resultar tan maravilloso, pero el sabor es delicioso.