Más que unas elecciones, fueron una excelente operación de márketing. Durante toda la campaña, únicamente los sondeos y las alarmas del diario de referencia en Galicia alertaban de la posible pérdida de la mayoría absoluta. “Ganar es difícil, pero no imposible”, decía humildemente Feijóo, que entre las virtudes que atesora no está la modestia, o si la tiene, la oculta. “Estamos ante un reto enorme. No solo ganar, sino ser la única comunidad que tiene un gobierno con mayoría absoluta”