La lección que todos deberíamos haber aprendido de la pandemia era la necesidad de fortalecer la Sanidad Pública. No solo no se ha hecho, sino todo lo contrario y encima tenemos que aguantar que el alcalde de Madrid, Martínez Almeida, salga con un desparpajo tan grande como su cara a decirnos: "La gente no va a distinguir", para justificar la privatización del proceso de vacunación. Claro que distinguimos. Y nos importa y mucho. Porque es nuestro dinero el que se está dando al sector privado, y porque la asistencia sanitaria es un derecho