Según testigos presenciales, el suceso empezó cuando un individuo, supuestamente un cliente del parking, inició una discusión acalorada con el propietario del aparcamiento. La disputa, al parecer, se desencadenó porque al cliente no le devolvieron en efectivo la fianza de su vehículo alquilado, después de devolverlo, alegaba la empresa, con un día de retraso. Al hombre no le sentó bien ser informado de que tendría que pagar un cargo adicional por la tardanza.