Ciertas voces dentro del colectivo LGBT le reprochan a la industria del videojuego de no ser capaz de recoger los cambios sociales respecto a la normalización de su imagen, y haberse quedado obsoleta representando la homosexualidad de manera sesgada y con clichés. Sin embargo, tal y como explica Mikel Calvo, desarrollador de videojuegos en Pulsar Concept, "actualmente ya han comenzado a aparecer ejemplos menos estereotipados", si bien, se lamenta, "tienden a ser personajes secundarios".