Fue el primer caso conocido que destapaba la brecha abierta en la puerta trasera de la ley del “sólo sí es sí”. Ese joven fue condenado por violar a una amiga, a la que convenció para que durmiera en su casa tras una noche de fiesta. Por esta agresión sexual fue condenado a 6,6 años de prisión. El TSJC rebaja ahora esa condena en 2 años, hasta los 4,6 años de cárcel. Y si esta rebaja no acarreara ya suficiente sufrimiento, el TSJC absuelve a ese joven de otra condena, de 3 años de prisión, por un delito de agresión sexual en grado de tentativa.