Durante el funeral, toda la atención recayó en Alexander Dugin. “¡Porque ella murió por el pueblo! ¡Por Rusia, por el frente!”, dijo el filósofo del euroasianismo con la voz rota, y remarcó que su muerte ha sido “el precio más alto, que debe ser pagado y puede que solo lo justifique la victoria. Nuestra victoria”. Dugin, fundador hace décadas del partido Nacional-Bolchevique y posteriormente fuente de inspiración del ala más radical que merodea el Kremlin, ensalzó el espíritu bélico de su hija