Con 23 años, cuando todavía estudiaba Derecho en la facultad, Juan José Bonilla perdió a su padre. Lo mató un varón marroquí dos años mayor que él que trabajaba bajo plásticos de invernadero en su finca de El Ejido (Almería). El asesino se llamaba Cherki Hadij. Era un joven temporero al que los investigadores encontraron en sus uñas restos con sangre de Tomás Bonilla, su patrón. Ahora, casi dos décadas después, su hijo, Juan José Bonilla, abogado de 42 años, acaba de ser nombrado por Vox coordinador local del partido en El Ejido.