Da igual que se trate de feminismo, de ideología política, de religión...Cualquier tema debería poder tratarse sin miedo alguno a la reacción desaforada de aquellos que se han encaramado a una atalaya de superioridad moral desde la que nos observan, nos señalan y nos empujan al lado de los equivocados. Bien. Y ahora que has llegado hasta este segundo párrafo, aprovecho para saludarte y agradecerte que sigas leyendo. Celebro que no te hayas quedado en el titular, sacando ya tus conclusiones a vuelapluma en las tres primeras líneas.