Los dos sectores en los que el régimen cubano ha cimentado su popularidad desde 1959, la Salud y la Educación, recibieron juntos en 2022 una décima parte de la inversión dedicada a los servicios empresariales e inmobiliarios y alquiler. El área, considerada un cajón de sastre que incluye parte del turismo, se come el 33% de la inversión del pasado año (23.360 millones de pesos, casi 1.000 millones de dólares al cambio oficial), frente a las otras dos, que vistas de manera conjunta apenas se quedan con un 3,3%.