Por repetir las cosas no parecen antes que sean verdaderas. Sencillamente, suenan más. Y es que al Padre de la Patria Andaluza se le ha investido en no pocas ocasiones del título fácil, pero siempre respetable, de islamista. El océano digital está lleno unas referencias que no hacen sino un flaco favor a dicha creencia y al notario andaluz, máxime, cuando son hábilmente manipuladas desde un integrismo católico de ultraderecha que, como demuestra, puede llegar también a convertirse en talibán. Blas Infante no fue musulmán.