En una sociedad polarizada, condicionada, y amenazada por la cancelación, la autora se declara beligerante contra ese feminismo. A partir de la biología y la naturaleza humana, a través del estudio pormenorizado de los factores que influyen en nuestro comportamiento "la herencia genética (nature), la educación o el estatus socioeconómico (nurture)", la autora desmonta y denuncia las falacias de la llamada "ideología de género" con conclusiones rotundas cargadas de sentido común: "Las mujeres no somos víctimas; los hombres no son el enemigo".