Pedro Sánchez está calcando el proceso de disolución ideológica que el PSOE sufrió antes de las elecciones de 1982 y la sustitución del socialismo por el felipismo. Habemus pedrismo

Estoy rodeado de gente progre, o presuntamente progre, cabreada conmigo. Les molesta que defienda la necesidad de un gobierno de coalición, o que critique la cerrazón de Pedro Sánchez y su sanedrín ante un momento histórico que quizá no vuelva a repetirse. Pero lo peor no es eso, lo peor es que cuento además, entre mis ilustres amistades, con votantes –y algo más que votantes- de Podemos que tampoco creen imprescindible formar parte de un gobierno para votar la investidura de manera favorable; que bastaría, dicen, con llegar...

Los gays de derechas han estado bajo el estigma de ser unos incomprendidos, sistemáticamente rechazados y casi escondidos, para mí unos verdaderos antisistema. La izquierda no quiere que se sepa de su existencia y a la derecha aparentemente no le ha gustado que hayan estado incluidos entre sus filas, aunque parece ahora que la cosa está cambiando.

Se habla mucho, y con razón, de la famosa superioridad moral de la izquierda; pero poco se constata la potente aparición de una superioridad moral de la derecha muy superior a nivel práctico, basada en eso del “opinar sin complejos”, que consiste en la ausencia total de moral o consideración. Y digo “superior” (no "mejor") porque se asienta en saltar por encima de toda moral. Como ambas superioridades operan en planos distintos, cada una desemboca en un lugar diferente y conforma dos sujetos opuestos.

Opinión sobre la actualidad del progresismo español y qué es ser fascista en España actualmente.

Por enésima vez y de forma absolutamente enfermiza, presenta al PSOE como si fuera un partido de izquierdas o, al menos, le pide que se comporte como tal. Es pedir peras al olmo, e Izquierda Unida lo sabe más que de sobra. IU conoce muy bien al PSOE (en más de una ocasión le han “meado” en la cabeza), de modo que pedirle que “apueste decididamente por un gobierno de izquierdas, haciendo caso al clamor popular que reclama un acuerdo de izquierdas” es, sencillamente, un insulto a la inteligencia de las personas.

La mayoría de las personas prefiere no tener mucha relación con aquellos que tienen simpatías políticas distintas a las suyas y una proporción sustancial de españoles son declaradamente hostiles hacia aquellos que no tienen sus mismas preferencias políticas. Así lo afirma un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

No todos los periodistas, profesión hoy tan denostada, pueden presumir de que una Universidad, en este caso la de Sevilla, le haya dedicado una tesis doctoral, ni que una biblioteca pública lleve su nombre. Pero es que este periodista onubense no se atiene al estereotipo y desborda cultura, inteligencia y la aguda capacidad de análisis político de alguien que ha estado en la primera línea de la profesión durante muchos y difíciles años. Entrevista a Víctor Márquez Reviriego.

Ha declarado que si bien Pedro Sánchez centró su mensaje en la campaña electoral en medidas de izquierdas, finalmente "ha cambiado de discurso y los tonos de las propuestas, y ahora parece más inclinado a buscar apoyos de gobierno en la derecha" Entre las propuestas estrella de cara a las negociaciones con el PSOE para la formación de gobierno, Garzón ha situado como prioritarias algunas como la intervención de los precios de alquiler o la bajada de la factura de la electricidad.

Edu Galán y Darío Adanti, de Informe Mongolia, consideran que "la derecha siempre se une y la derecha se separa" tras analizar los resultados electorales del 26-A. Para llegar al poder, asegura, "la derecha es capaz de llegar a cualquier pacto y acuerdo", mientras que la izquierda "se divide". Pero, ¿por qué ocurre esto? Los dos integrantes de Mongolia explican que "la derecha se sitúa en la parte de arriba de la pirámide social, son los que siempre han tenido la pasta".

A cualquiera que haya examinado los resultados de las elecciones del pasado 28 de abril en función de la distribución geográfica o territorial del voto, le habrá llamado la atención el hecho de que la derecha nacionalista española se haya pegado un batacazo de proporciones históricas en el País Vasco y Cataluña. En el País Vasco, ninguno de los tres partidos del nacionalismo español (PP, Ciudadanos y Vox) ha obtenido diputados. En Cataluña, el PP sólo ha sacado un diputado, al igual que Vox, mientras que Ciudadanos se ha quedado en 5.

Los resultados de las elecciones generales marcan una tendencia de lo que puede ocurrir en los próximos comicios autonómicos y municipales, aunque los resultados de estas citas son por lo general algo distintos. En Madrid, Manuela Carmena gobierna la capital gracias a la suma de los votos de Ahora Madrid y los del PSOE (46%) frente a los que obtuvieron el PP y Ciudadanos (45%). En las elecciones generales, la suma de PP, Ciudadanos y Vox (que ha logrado un 12,7%) sumaría mayoría absoluta (52%).

La candidata del PP por Barcelona para ls próximas elecciones generales, Cayetana Álvarez de Toledo, ha asegurado este viernes en el acto de cierre de campaña del partido que "Vox no es exactamente un partido de derechas. Se parece más a la izquierda", ha asegurado en el Wizink Center de Madrid ante unas 8.000 personas, según los populares. Álvarez de Toledo ha querido poner atención en la formación de Santiago Abascal, "que no solo se declaran de derechas sino virilmente de derechas". "Voy a decirles de qué pata cojean, de las dos

Reflexiones sociopolíticas ante lo que se nos viene encima como un tsunami.

(...) Como obrera, mujer, trans y pobre un gobierno de derechas supondría certificar mi muerte laboral definitiva, la pérdida de los pocos mecanismos de defensa legales ante la violencia machista y transmisógina y muy posiblemente la conculcación de mis derechos burocráticos, esto es, tener un nombre y un género legal. Esta apisonadora de violencia sistémica no puede pararse en la calle en lo que queda de semana. Esto es un hecho.

Contemplad cómo ha evolucionado el eje de la política española en estos últimos meses, apenas años. Las izquierdas y las derechas, de estar definidas por el conflicto capital-trabajo, con una derecha claramente favorable al primero, una izquierda al segundo, y un P$O€ procurando hacer lo de siempre, servir a la patronal sin que se note demasiado; han pasado a estar definidas por su significación identitaria (sexo, fundamentalmente, pero también raza/étnia y preferencias sexuales).

Internet nos ha hecho transversales. Las redes sociales han creado una nueva estructura que ya no se divide por clases sociales estancas, sino por el interés de amplios grupos en determinados temas. Durante el pasado siglo, el mundo se dividía en derechas e izquierdas. Después del hipysmo, más vinculado a una generación que a una clase social, los grupos transversales han seguido desarrollándose a partir de las más diversas reivindicaciones.

Bernard M. Baruch (financiero y asesor político estadounidense) dijo en cierta ocasión: “Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione”…¡Cuánta razón tenía!… Es…

¡La derecha no solo se preocupa por la ruptura de España! También tiene excelentes ideas para la economía. Bueno, excelentes lo que se dice excelentes... mejor que lo explique @martaflich

Izquierda Unida: "Sin derecho a decidir no hay Democracia. Sábado 18h manifestación por la dignidad, la democracia y la deriva depresiva y autoritaria." #LibertadParaLosPresosPoliticos #LlibertatPresesPolitiques

Que la derecha tradicional, sea extrema o moderada, esté virando a VOX no es nada sorprendente. Que votantes históricos de izquierda o que apostaron por Podemos en la última convocatoria lo hagan también, es algo para analizar. ¿Los motivos? La perspectiva de género y la corriente antiinmigración, los dos más relevantes.

"Creen que pactando con la ultraderecha van a moderarla cuando es todo lo contrario. La ultraderecha va a radicalizar a ambas formaciones y mañana vamos a tener una prueba de ello"

La hegemonía estaba en manos del espacio convergente, aquella cosa líquida que Jordi Pujol supo identificar y sintetizar en una idea reconocible. En el 2019 el espacio convergente todavía existe, fragmentado pero vivo, y se ha movido a la izquierda. ¿Empujados por la CUP? Seguramente esta ha sido una de las causas, pero también empujados por sí mismos.

Los concentrados, convocados por las redes sociales, se han desplazado hasta el campus universitario y al avanzar hacia el Auditorio en el que se celebraba el acto han lanzado piedras y palos contra agentes de la policía que han respondido con una carga.