Fueron muchos, excepto el gobierno y sindicatos, los que advirtieron que la subida del salario mínimo iba a pasar factura al empleo, sobre todo, al de más baja cualificación, como así ha sido. Si en enero, el paro registro la mayor alza en cinco años, febrero es la más alta en seis años, desde 2013. Y todo eso, tras la medida adoptada por el Gobierno de Sánchez. Grandes empresas, además, tienen planes para despedir a 14.000 trabajadores por EREs.