Me arrepiento de ser madre. Sí. Me arrepiento. Lo reconozco. Y me avergüenzo. Miro a mi hijo y siento el amor más inmenso que jamás imaginé que pudiera sentir, el más bonito, con diferencia… pero luego me miro a mí misma, miro mi vida, y no me gusta. Y quiero salir de aquí corriendo. Huir. Cuando vas a ser madre todo el mundo te da la enhorabuena, se alegra por ti, te dice lo maravilloso que es… pero ¿y lo malo? Nadie te habla del agotamiento, de que no vas a tener vida, de lo ingrato que es, del esfuerzo que supone y de las pocas recompensas