Convoca una concentracion el próximo lunes frente a la Mezquita de la M-30 en Madrid a traves de su twitter. La convocatoria coincidirá con otras manifestaciones islomofobas por toda Europa.

Un portal italiano de noticias ha ideado una conmovedora campaña que alerta sobre la violencia machista en la que los protagonistas son varios niños y una niña. Titulado "Abofetéala", en el vídeo, de unos tres minutos de duración, un narrador pregunta a los pequeños varias cuestiones hasta que al final les insta a darle una bofetada a una niña.

Y basta. Hasta aquí. Y no han pasado. Un bloqueo popular de 6.000 personas ante el Ayuntamiento de Berlín impidió que la manifestación convocada por Pegida en Berlín avanzara más de 50 metros. La policía intentó deshacerse, pero, desistió en el intento. La resistencia antirracista desbordaba. La del 5 de enero era una cita diferente, la primera de 2015. La primera tras el parón de Navidad y de las críticas, de la canciller Angela Merkel, a Pegida. Unas críticas que decir, superficiales, ya que algunos políticos de su partido han afirmado "comp

Las manifestaciones de Pegida atraen sobre todo a confusos luchadores solitarios y a ultraderechistas. Pero puede convertirse en un modelo de democracia anti-liberal. El populismo se nutre de un fuerte resentimiento. Ya Friedrich Nietzsche describió "el resentimiento de aquellos seres a quienes se niega la auténtica reacción, la acción y solo se desquitan con una imaginaria venganza"

Pegida, siglas en alemán de Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente, toma desde octubre las calles de diferentes ciudades mientras proclaman consignas racistas y xenófobas. A mediados de diciembre, unas 15,000 personas secundaron la manifestación semanal de Pegida en Dresden. Además, estas protestas se replicaron en otras ciudades del país como Colonia y Bonn, ambas en el estado de Renania del Norte-Westfalia o Wurzburgo. El éxito del movimiento preocupa a los políticos. Ángela Merkel mencionó el tema en su discurso de año nuevo.

Carlos Floriano, ha asegurado este jueves que Felipe VI, en su primer discurso de Navidad, ha demostrado que es un "Rey pegado a la calle" y que conoce "perfectamente" los problemas que tienen los españoles.En concreto, ha recordado que el Rey pidió ponérselo "imposible" a aquellos que quieren servirse de un cargo público.

La acogida que ha tenido el movimiento islamófobo "Pegida" en Alemania, amparado en los temores viscerales ante una posible islamización de Europa, ha despertado en el país el miedo a un posible auge de la ultraderecha.El nombre completo del movimiento es Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente y surgió en Dresde (este) -donde ha hecho sus manifestaciones más concurridas- para luego tener ramificaciones en otras ciudades como Düsseldorf (oeste), donde se autodenomina "Dügida", y en algunas partes de Baviera.

En las manifestaciones de Dresde seguramente también participan radicales de extrema derecha. Pero los movimientos como Pegida arrastran a personas de cualquier índole política y capa social. Todos participan de este fenómeno de masas. No como miembros de una masa con uniforme marrón neonazi que marcha por Alemania siguiendo una coreografía perfecta, sino como algo que saca a la luz una discusión sobre las preocupaciones y miedos de un número nada despreciable de alemanes.

En Dresde , un grupúsculo llamado " Patriotas contra la islamización de Occidente " (Pegida), es el que se encuentra detrás de las concentraciones, unas concentraciones que ya reúnen el mismo número de personas o más que las marchas fúnebres neonazis que recorrían la ciudad cada febrero recordando las víctimas de los bombardeos aliados en la capital sajona . La protesta de las ciudadanas del " no soy racista , pero ..." combina varios elementos : un odio difuso a las extranjeras y al Islam y un amor excelso en Alemania. El rechazo al bipartid

Los dirigentes del PP, como locos, se pusieron a llamar por teléfono a amigos porque a la misma hora miles de personas arropaban a Valenciano y Rubalcaba en otro barrio madrileño

Uno de los espectadores no tuvo otra ocurrencia que gritar "a ver si alguien le pega un tiro" en referencia al sindicalista cuya voz no paraba de sonar mientras los tenistas se empleaban a fondo en la primera de las semifinales del Mutua Madrid Open. Y esa expresión fue acompañada de los aplausos y vítores de gran parte del público que allí se hallaba.