Juan Francisco, el enfermo ingresado en la UCI del Hospital de Castellón, que hace sólo unos días estaba casi desahuciado por los protocolos oficiales, sale adelante, después de que un juez protegiera la voluntad de la familia de aplicarle un tratamiento basado en ozono, y su derecho a ello. Las deplorables concentraciones de condena al juez en las puertas de los hospitales de estos días, y la denigración a sus protagonistas, tachados de magufos, son las muestras de desprecio a la verdad y a la vida más abyectas que recuerdo haber visto.