Pero una vez aclarado lo sustantivo, urge ocuparse de lo baladí, que no es otra cosa que el pasmoso fenómeno consistente en que ver cómo personas más susceptibles de ser detenidas bajo la fórmula “…y si no dispone usted de psiquiatra, el Estado le proporcionará uno de oficio” que como represaliados políticos reciben el desenfadado amparo de algunos sectores de la izquierda, incluidas algunas de sus mentes más lúcidas, arrastradas por la inercia a la fosa séptica del pensamiento.