Es un coche que no se vende ni en Europa ni en España, sino en Estados Unidos, donde es utilizado por estrellas de rap. El todoterreno tiene dos características: su enorme tamaño y su gasto de combustible. El Lincoln Navigator pesa dos toneladas y medio, mide 5,3 metros de largo y tiene siete plazas. Con esas dimensiones, Javier y Penélope no podrían entrar en la mayoría de los aparcamientos de Madrid Central. Con motor de 5,4 litros de cilindrada, consume 17 litros por cada 100 kilómetros, es decir, altamente contaminante.