No es sencillo hablar de la inteligencia ni para los propios expertos en inteligencia. Es más, podríamos decir que se trata de uno de los rasgos humanos más complejos y sutiles. Algo que, oculto en los misterios de la genética y la educación, sigue siendo un misterio. Pero, Bing Su, un genetista del Instituto de Zoología de Kunming, tenía una idea. No era una idea nueva, es que nadie se había atrevido a llevarla a cabo.