Todo se demora en Asturias, todas las obras, todas las infraestructuras, todos los proyectos cuentan años y a veces, demasiado a menudo, décadas, entre que se anuncian y se concretan. Se espera que para enero empiece a funcionar la regasificadora de El Musel, en Gijón, obra paralizada en un largo proceso judicial, que se construyó en 2012, costó más de 300 millones de euros y recobró una importancia vital con el inicio de la guerra de Ucrania