El informe «Regalos envenenados», realizado por Greenpeace Alemania, revela que hasta un 40 % de las exportaciones de ropa usada a países de África y Europa del Este se utilizan «para deshacerse de los restos textiles». «Con esta investigación, hemos evidenciado cómo los países y las empresas del Norte Global están evadiendo su responsabilidad a la hora de gestionar las enormes cantidades de ropa que no se venden o se desechan, muchas de ellas con compuestos peligrosos», explica Celia Ojeda-Martínez, responsable de Biodiversidad y Consumo.