A los soldados franceses se les permitirá "abrir fuego" si se ven amenazados por los manifestantes de Gilets Jaunes este fin de semana, dijo hoy el gobernador militar de París. Se ha confirmado que el ejército francés apoyará a unos 5.000 policías que intentarán mantener el orden durante la 19ª manifestación consecutiva de los chalecos amarillos en París durante los fines de semana. El general Leray dijo a Franceinfo Radio el viernes: "Si su vida o la de las personas que defienden están amenazadas, pueden abrir fuego".

Este martes los principales sindicatos franceses organizaron una huelga nacional contra el gobierno. En bloqueos y manifestaciones se unen los chalecos amarillos, trabajadores y estudiantes.

El Gobierno francés utilizará a militares para vigilancia estática de edificios oficiales en vez de a agentes de las fuerzas del orden, que se podrán dedicar al dispositivo de seguridad frente a los "chalecos amarillos". El portavoz del Ejecutivo, Benjamin Griveaux, explicó este miércoles en la conferencia de prensa al término del Consejo de Ministros que esos militares, que forman parte de la misión antiterrorista Sentinelle, estarán "en posiciones estáticas", lo que significa, sobre todo, "la protección de edificios oficiales".

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, tiene una situación cada vez más tensa. La turbulencia y las protestas sociales, no disminuyen, sino que va en aumento. Más problemas para Francia. Los sindicatos ahora se unen a los llamados “chalecos amarillos” incrementando aún más el descontento popular. El Gobierno francés había prohibido a los “chalecos amarillos” protestar en las calles de varias ciudades por los disturbios de la semana pasada, pero ahora las cosas se complican al doble, porque no están solos

El primer ministro francés Edouard Philippe, anunció este lunes la prohibición de que los “chalecos amarillos” se movilicen en los Campos Elíseos, y en ciudades como Burdeos y Toulouse, como una medida para fortalecer la seguridad frente a la creciente violencia que se ha registrado los últimos sábados. En caso de un manifestación, “procederemos a la dispersión inmediata de todas las multitudes”, advirtió el premier francés.

Tras cuatro meses de protestas, en París confluye la marea amarilla con manifestantes ecologistas y contra la violencia policial. Una confluencia que podría consagrarse ante el futuro incierto de los chalecos amarillos

La decisión de incrementar los medios de represión se ha adoptado tras una reunión de crisis del gabinete de ministros con Macron celebrada el sábado, tras verse obligado el jefe del Estado galo a interrumpir unas criticadas vacaciones en la nieve mientras en París (capital) se registraban violentos choques entre policía y manifestantes.

La histórica iglesia de San Sulpicio, ubicada en el centro de París, se incendió este domingo al promediar la 1 de la tarde, según hora local. El incendio fue controlado por un equipo de más de 20 voluntarios del Cuerpo General de Bomberos de París dos horas después de haberse registrado.Turistas que visitaban la iglesia de San Sulpicio, la segunda más grande de París, debieron ser retirados del lugar.

Después de semanas de declive, el movimiento de los chalecos amarillos ha vuelto a tomar este sábado las calles de París, donde se han producido enfrentamientos con la Policía. Según un balance divulgado por los cuerpos de Seguridad del Estado a media mañana, 31 personas han sido detenidas...

Las protestas marcan la 18 semana de manifestaciones contra la política económica del presidente francés, Emmanuel Macron. Incluye retransmisión en directo de las manifestaciones.

A medida que avanzan las protestas de los chalecos amarillos, que comenzaron en noviembre de 2018, también han evolucionado sus métodos a la hora de enfrentarse a las Fuerzas de Seguridad de Francia.Los llamados 'cacatov' son uno de estos avances que los manifestantes galos importaron de Venezuela, donde en el transcurso de ciertas protestas se usaron los llamados cocteles 'puputov' para lanzar excrementos sobre la Policía.Los chalecos amarillos utilizan esta nueva arma para contrarrestar los gases lacrimógenos y las granadas aturdidoras.

El frac es un traje masculino de tipo formal que constituye el tipo de vestuario más formal para el hombre en celebraciones nocturnas; para el día (hasta las 19:00 aproximadamente) se luce chaqué.[1] Solo el traje nacional tiene la misma consideración que el frac para los actos nocturnos. Al igual que el chaqué, el protocolo indica que la invitación lo especifique con frases del tipo "frac o traje nacional".

Se supone que todos los automóviles en Francia están equipados con un chaleco amarillo. Esto es para que en caso de accidente o avería en una carretera, el conductor pueda colocársela para asegurar la visibilidad y evitar ser atropellado. Así que la idea de usar su chaleco amarillo para manifestarse contra las impopulares medidas del gobierno se hizo popular rápidamente.

La popularidad del presidente francés Emmanuel Macron ha recuperado niveles no vistos desde que estallaran las protestas de los “chalecos amarillos” a mediados de noviembre conforme disminuía el apoyo al movimiento, mostró una encuesta el lunes. El segmento de población que considera a Macron un buen presidente ha ascendido al 32 por ciento este mes, donde estaba su popularidad antes de que comenzaran las protestas, según una encuesta de Odoxa.El sondeo reflejaba que un 55 por ciento de los encuestados opinaba que las protestas deberían parar,

Juan Branco,rara avis intelectual de izquierdas ,autor de Contre Macron (2019), asesor jurídico de Assange y WikiLeaks, y abogado de uno de los más reputados chalecos amarillos analiza en una entrevista el origen y desarrollo del movimiento que ha puesto en crisis al estado francés.

Los policías que van a bordo de un coche patrulla en la ciudad de Lyon fueron avistados por algunos de los manifestantes. Inmediatamente se convierten en blanco de piedras y todo tipo de objetos. Los agentes hacen sonar la sirena para alejarse del lugar pero la autopista está atascada. Finalmente llegan antidisturbios de refuerzo y la autopista empieza a despejarse para seguir camino.

Tres meses después de la emergencia de este singular movimiento de protestas, apenas mejoran las perspectivas electorales de las fuerzas progresistas. La Francia Insumisa de Mélenchon sufre una fuerte caída en los sondeos.

Al menos media docena de franceses que combatieron en las filas de los rebeldes prorrusos en Ucrania como voluntarios militan ahora en las filas del movimiento de protesta galo

Miedo. No a perder un escrutinio, a fracasar al “reformar” o a ver cómo los activos propios se desploman en Bolsa. Más bien a la insurrección, a la revuelta, a la destitución. Hacía medio siglo que las elites francesas habían dejado de experimentar tal sentimiento.

Ayer en Lyon tuvo lugar un violento choque entre chalecos amarillos de extrema derecha y de extrema izquierda.

Cientos de manifestantes han tomado el centro de París por 13º sábado consecutivo para protestar contra el presidente, Emmanuel Macron, y sus políticas.

Una de las prominentes figuras de los 'chalecos amarillos' Jérôme Rodrigues, que hace dos semanas fue hospitalizado tras recibir en un ojo el impacto de un proyectil supuestamente lanzado por agentes antidisturbios, ha explicado a RT lo que buscan los manifestantes: "vivir dignamente" de su salario en Francia; tener una nueva forma de democracia —pues el sistema actual es "arcaico"—, y también poner fin "a los privilegios", bajo los cuales un diputado puede "vivir dignamente" con su sueldo, mientras que el pueblo...

Los manifestantes ataviados con chalecos amarillos encadenan ya 13 semanas consecutivas de protestas masivas. Al igual que en semanas anteriores, la marcha de este sábado vino marcada por enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía nacional. Esta vez el escenario principal de los choques fue la sede de la Asamblea Nacional que hace poco tiempo aprobó la impopular 'ley antivándalos', que busca castigar a los actos violentos durante manifestaciones con multas y penas de prisión.

Uno de los manifestantes del movimiento 'chalecos amarillos' ha perdido la mano este sábado, presuntamente por el estallido de una granada, durante las manifestaciones en París. Según una fuente policial, citada por medios locales, esta persona (que no llevaba chaleco amarillo) recogió una granada lacrimógena para relanzársela a la Policía,