Caracas ha amanecido en los últimos días dolorosa, angustiada, asfixiada, sin rumbo aparente, sin una salida lúcida… Dicen más calle y ahí están los jóvenes partiéndose el culo, desangrándose, siendo mutilados, violados, humillados; otros asesinados y silenciados. Cuando muere un joven, ya van más de treinta en todo el país, uno como venezolano siente que le mataron a un familiar que nos arrebataron algo que nos pertenecía, sí señores porque en esta lucha todos somos una sola familia que busca un fin y esa es nuestra libertad.