Están el matemático, el texano, la niñera caribeña, el DJ de renombre, la joven musulmana, el buzo, la vietnamita, el escocés, la periodista argentina... Son 40 voluntarios de la patrulla ciudadana cazacarteristas que peina el Metro de Barcelona. Spray de pimienta, walkie talkies y silbatos en busca de ladrones y de adrenalina. Su comandante, una empresaria colombiana de 47 años, es la patrullera más popular de una ciudad donde se ha ganado el respeto de todos menos de los Mossos d'Esquadra.