Este año, una vez más, los neandertales sanfermineros han salido de sus cuevas en busca de sus presas. Aprovechando el jolgorio popular, el alcohol y el desconcierto, han entonado el Unga Unga. En total, han sido diez las denuncias presentadas por abusos sexuales desde que comenzaran las fiestas. “Si se quitan la camiseta van provocando”, dicen algunos de esos neandertales sobre las chicas sanfermineras. Pero lo cierto es que si una mujer desea que le toquen los pechos, tranquilos, lo hará saber.