¿Si hice una fiesta para casarme, por qué no voy a hacer una fiesta para despedir mi casamiento? Esto es lo que pensó Mónica, una gallega que el año pasado organizó una fiesta para celebrar su divorcio. No se asusten, su expareja, encantado con la noticia. Es más, si tuviera más tiempo, lo mismo él también se montaba una. «Yo salí de una relación larga, de un matrimonio, me separé bien, todo estupendo, pero quería hacer una fiesta. Quería celebrar el cambio de vida, el inicio de una nueva etapa», explica Mónica.