La Justicia acaba de exculpar a Darío Adanti y Pere Rusiñol, editores de la revista Mongolia, de ofender los sentimientos religiosos, un delito por el que fueron imputados tras una denuncia de Manos Limpias. Lo que motivó la demanda fue la portada de la citada revista de diciembre de 2022, en la que se evocaba un Belén navideño en el que el niño era el habitual emoticono de la caca que se utiliza en los teléfonos móviles, y con el texto: “¡Ha nacido el hijo de Dios! ¡Igualito al Padre!”.