Comprobando la lista de ingredientes de una lata de alubias Campbell’s, de esas que pintaba Andy Warhol, me encuentro con que la marca incorpora ya en su etiquetado el distintivo de la huella de carbono: un coche verde junto al que se lee que 100 gramos de producto «equivalen a conducir 0,6 kilómetros en un coche de gasolina». Pasmado me quedo. Verdaderamente los apóstoles de la religión del clima nos exigen niveles de fe cada vez más inalcanzables.