El ataque a la República independiente de Ucrania por la Rusia de Putin irrumpe contra la seguridad y la paz, principios fundamentales que hacen posible la existencia civilizada en la Comunidad Internacional. Semejante violación ha exacerbado el sentimiento general de primacía que otorgan los Estados a sus intereses propios en las relaciones internacionales, llevándonos a una crisis, de tal magnitud, que nos sitúa en el umbral de la tercera guerra mundial.