La mujer no presentaba lesiones físicas graves, pero tuvo que ser atendida en un centro médico debido a una importante crisis de ansiedad.Los testigos consultados aseguran que los ataques en la zona, que también han sufrido en lugares colindantes de Chantada, son muy habituales y han ocasionado ya múltiples problemas. Indican, además, que al ir a hablar con el propietario, este no atiende a razones y suele responder de muy malas formas.Otro de los cuestionados relató que un pescador tuvo que echarse una vez al río para escapar de un ataque.