Todavía me parece inquietante, ver la infantil lógica de tantos adultos, que viven convencidos que sobre las nubes vive un hombre invisible que supuestamente nos creó; qué nos dio libre albedrío, acompañado de un conjunto de restricciones grabadas en piedra y que además nos vigila todo el tiempo y se da cuenta de cada cosa que hacemos, pensamos y omitimos; esto sin contar que amablemente tiene construido un lugar prendido en fuego, para torturarnos por toda la eternidad, a causa de nuestros errores… pero nos ama...