Entre 300 y 400 personas celebraban una fiesta, cuando fueron atacados a la salida por una decena de jóvenes: un menor murió apuñalado. Todos estaban disfrutando de la velada hasta que, sobre las 01:30 horas, apareció una decena de jóvenes procedentes de barrios complicados de una ciudad cercana y comenzaron a atacar al azar a los asistentes con machetes, cuchillos e incluso hachas. Un menor de 16 años recibió una fuerte puñalada en el cuello, así como otra en el cuerpo, y murió mientras era trasladado a un hospital de Lyon.