Consternada aún ante la noticia de un profesor muerto y cuatro heridos en un Instituto de Barcelona, me gustaría compartir mis reflexiones en un momento en que, seguro, saldrán muchas voces exigiendo más "mano dura", más "autoridad" y más represión en nuestros centros educativos. Ya sé que hay situaciones que son del todo imprevisibles y que no todo se puede prever y evitar, pero también es verdad que hay condiciones objetivas que ayudan muchísimo a que acontecimientos dramáticos como el de hoy no lleguen nunca a suceder.