En el Hospital nipón de Nanao, fue testigo de una maniobra médico poco usual, pero muy efectiva. Una mujer de 36 años acudió con un fuerte dolor en el pecho, náuseas y vómitos. Tras realizarle un escáner y reconocer que había consumido salmón sin cocer dos horas antes, los médicos descubrieron que en su esófago había numerosas larvas de gusanos retorciéndose. Fue entonces, una vez que identificaron la dolencia como anisakiasis o "enfermedad del gusano", una dolencia parasitaria, cuando decidieron quitarle todas las larvas. Para ello...